Sánchez se gasta 242.000 € en reforzar la seguridad de su ‘retiro’ en Quintos de Mora
La empresa "deberá mantener el sistema de alarma de la Casa Principal", donde hay "obras de arte de elevado valor"
El presidente socialista utiliza esta finca toledana para su descanso familiar y encuentros con sus ministros
El Gobierno de Pedro Sánchez acaba de formalizar un contrato por 242.813 euros para reforzar el próximo año la vigilancia de la finca estatal de Quintos de Mora. Esta residencia campestre, en pleno paraje natural de Los Yébenes, en los Montes de Toledo, ha sido utilizada por el jefe del Ejecutivo tanto para su descanso familiar como para albergar jornadas de trabajo con sus ministros.
Allí disfrutó Sánchez de unos días de esparcimiento en el Puente de Mayo de 2019 tras las elecciones generales del 28 de abril, justo antes de iniciar una ronda de contactos con los principales líderes políticos en el Palacio de la Moncloa. Y también fue el lugar elegido por el presidente socialista para irse de ‘retiro’ con sus ministros en dos ocasiones. Una en el verano de 2018 y otra apenas un mes después de su última investidura. En un ambiente distendido e informal mientras el coronavirus ya se encontraba en España, se reunieron aquí los integrantes del Gobierno de PSOE-Podemos y sus principales asesores para abordar la agenda legislativa en el arranque de este mandato.
Ahora, el Ejecutivo socialcomunista de Pedro Sánchez ha destinado 242.813 euros, impuestos incluidos, a un «servicio de vigilancia» en estas instalaciones, que ha recaído en la empresa Seguridad Integral Secoex entre las cinco ofertas que se presentaron. El contrato, que lleva la inscripción «2021-2022», tiene una duración de doce meses y ha sido tramitado por el organismo autónomo Parques Nacionales, adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que dirige la vicepresidenta cuarta del Gobierno, Teresa Ribera.
«Actuaciones de apoyo»
Según consta en el pliego de prescripciones técnicas consultado por OKDIARIO, este servicio comprende «las actuaciones de apoyo a los Agentes Medioambientales del Centro Quintos de Mora en sus funciones de vigilancia, custodia y policía de las infraestructuras del Centro y la riqueza florística y faunística del área que nos ocupa».
En este contexto, Parques Naciones especifica que el trabajo a realizar por la empresa adjudicataria consiste en un dispositivo de «vigilancia realizada por dos personas uniformadas» en un «turno de 24 horas durante todos los días festivos del año» y en «turnos de 12 horas durante todos los días laborales» desde las 20.00 horas hasta las 8.00 del día siguiente.
El pliego detalla que «los vigilantes no irán provistos de arma reglamentaria» y que deberán cubrir un kilometraje de 29.200 km anuales, los cuales se repartirán a lo largo del año (una media de 80 km al día). Esta tarea se efectuará en vehículo todoterreno serigrafiado con el emblema de la empresa.
Además, el Ejecutivo señala a la firma de seguridad que «deberá mantener el sistema de alarma existente en torno a la Casa Principal para facilitar la vigilancia de estas dependencias, las cuales cuentan con mobiliario y obras de arte de elevado valor económico». En concreto, hay una central de alarmas vía radio GPRS, un teclado vía radio, dos repetidores, seis cámaras (PIR CAM), cuatro detectores y cartelería disuasoria.
Trofeos de caza
Según imágenes del interior de Quintos de Mora, que publicó en exclusiva OKDIARIO en 2019, además de las obras de artes, abundan los trofeos de caza tanto en las estancias privadas como en las zonas comunes de la finca. Por ejemplo, el patio que hace de separación entre la antigua vivienda y el nuevo alojamiento, en el que se hospedan Pedro Sánchez y su esposa, Begoña López, tiene al menos una docena de cabezas de venado.
El complejo cuenta también con una amplia piscina y un helipuerto. De hecho, el propio Pedro Sánchez ya aterrizó aquí a bordo de un helicóptero Super Puma del Escuadrón 402 de la Fuerza Aérea Española.
Este enclave pertenece a Patrimonio Forestal del Estado desde 1942 y está gestionado por el organismo autónomo Parques Nacionales. Si bien Felipe González acometió la primera reforma y habilitó la que es la antigua vivienda, fue el ex presidente del PP José María Aznar quien popularizó esta residencia convirtiéndola en una especie de Camp David a la española para recibir en ella a mandatarios extranjeros como el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, el ex primer ministro británico Tony Blair o el ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi, entre otros.
En la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, el ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo practicó aquí la caza, pese a estar permitida sólo la selectiva para garantizar el equilibrio cinegético y ecológico. En este paraje de 1.100 hectáreas habitan hasta 374 especies animales, como ciervos, jabalíes y corzos y dos especies catalogadas en peligro de extinción, el águila imperial ibérica y la cigüeña negra.
Felipe González comió también en los noventa en esta finca toledana con el ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, otro aficionado a la caza, para llevarlo en sus listas. Aquel encuentro lo organizó el entonces presidente de Castilla-La Mancha, José Bono.